Un estudio realizado en 2011 en Holanda y citado en la cadena CNN Health demostró que con media hora dedicada al cultivo y cuidado del jardín se reducen los niveles de cortisol, la hormona que produce el estrés. Al reducir el nivel de cortisol en el cerebro, se mejora la capacidad de recordar y de aprendizaje.
La práctica de la jardinería provoca que al mismo tiempo que somos capaces de aparcar nuestros problemas diarios, tengamos la opción de practicar un modelo de meditación activa, ese punto de ideal de paz interior.